ARTICULO
El culto al "ser feliz": una herramienta de sumisión
Original por Brave the World, traducido por M.E.Romero para La Independiente Digital
No somos felices. Podría citar encuestas, analizar los crecientes índices de suicidio, la oleada de gente asistiendo a terapia, libros y cursos de autoayuda o el crecimiento de uso de antidepresivos. El principal indicador de que no somos felices es que las personas realmente felices no hablan sobre ser felices. Nuestra cultura está obsesionada con ello. Hoy en dia, “feliz” ha perdido todo significado, se ha convertido en una mera palabra. Hoy, cuando la gente dice que quiere ser feliz, lo que realmente quieren decir, es que quieren estar contentos. Esto es muy peligroso. Se nos enseña sistemáticamente que si no somos felices entonces hay algo que no funciona en nosotros. Se nos dice que neguemos nuestra propia naturaleza. Los seres humanos como tales se supone que deben sentir ira, tormento, ansiedad, tristeza, desesperación, pero hoy en día, si mostramos que estamos sintiendo algo, somos criticados, se ríen de nosotros y nuestra pasión pasa a ser vendida como extrema o radical. Las emociones son ahora catalogadas como enfermedad mental. Los sentimientos son ahora tratados. Estamos siendo entrenados para percibir el descontento como una anormalidad social.
Esto llega desde varias fuentes, incluídas la cultura popular, la industria de la autoayuda y la industria farmacéutica . ¿Sigues el rastro del dinero? Por supuesto, hay un mercado para esto, pero sus cimientos no se manifestaron así, de repente. Es más profundo.
El culto a “ser feliz” encaja dentro de la estructura general de poder de nuestros tiempos. Refuerza una base que apoya un ataque al espíritu humano. Este ladrillo ha sido colocado con una finalidad, porque tener a una población contenta es equivalente a tener una población sumisa. Crea el ambiente perfecto, una quietud, ideal para el crecimiento del poder a nuestro alrededor. Quieren que permanezcamos perpetuamente buscando la felicidad porque este comportamiento engendra docilidad, decadencia, egocentrismo y apatía. Centrarse en hallar la felicidad, en vez de en crear felicidad, niega nuestro verdadero potencial. Hace que la gente no haga nada.
Una escala de emoción es lo que alimenta a la pasión y cuando se nos enseña a sólo sentir una cosa y sólo ir en búsqueda de una idea abstracta durante toda nuestra vida, permaneceremos ciegos a las realidades de la vida. Quienquiera que esté al mando, sabe esto. Ciertamente estamos viviendo en “Un mundo feliz”, medicado por ideas peligrosas, construido para no empatizar. Las personas que solo están interesadas en estar contentas, no cuestionan el mundo en el que vivimos. Las personas a las que sólo les importa ser felices, no se rebelan.
Déjame decirte algo sobre estar contento o “feliz”. No es importante. Es mundano. Y la verdadera felicidad no es un estado constante, así que debemos dejar de hablar de ella como si fuera algo que podemos “encontrar”. La verdadera felicidad es un momento a sentir. Todos somos bipolares, no podemos sostener una sola emoción durante un tiempo prolongado, ni debiéramos intentarlo. Necesitamos aceptar nuestra condición humana y todas las emociones que van con ella. Tristeza, descontento, enfado, estas son las cosas que crean. ¿Conoces a algún artista feliz? ¿Alguien ha conocido alguna vez a algún filósofo feliz, o músico, o autor? ¿La gente crea a través de inspiración y desesperación o porque están cómodos y contentos? El no estar contento es una motivación. Si “encuentras” la felicidad y “eres” feliz, entonces estás acabado. Cruzaste la línea de meta. Se acabó. Siéntate y disfruta.
La verdadera felicidad es solo alcanzable en destellos, justamente igual que los demás estados emocionales; se nos echan encima en un momento, y debemos dejarles, porque resistirse es antinatural. Y si dejamos que nuestros jardines se envenenen con restricciones y falsas realidades, nada crecerá en ellos. Estar insatisfecho o infeliz es mucho mejor que vivir en un mundo inventado a través de felicidad forzada.
Así que, buenas noticias, no somos felices. En vez de estar distraídos intentando alcanzar un abstracto inalcanzable, ¿podemos centrarnos en las cosas que importan? Las cosas que traen verdadero valor a nuestras vidas, a nuestro futuro. Son instintivas y obvias. Es todo lo que el Estado y las clases dominantes están intentando extinguir. Supongo que podrías llamarlo amor. Amor hacia ti a través de logros individuales, amor a tu familia y disposición a trabajar juntos, dentro de una unidad familiar fuerte, amor y ayuda mutua por y para con tus amigos, amor por el arte y amor por el conocimiento y la verdad. Y lo que es más importante, amor por la libertad, porque es a través de la libertad que todo esto es posible.
Estas son las cosas que crecen y son sostenibles. Estas son las cosas que son poderosas y difíciles de socavar. Ignora lo material, ignora la superficie, ignora las ideas inalcanzables y juveniles de felicidad y comienza a valorar lo que realmente tiene valor. Esta es una llamada a sacudirse la inactividad de encima. Es una llamada a implicarse, es una llamada a embravarse con el mundo.
.
Comparte: