ENTREVISTA |
ENERO-FEBRERO 2012 – Número 8 |
Julio Gisbert
Julio Gisbert (Madrid, 1965) es el autor de un libro y una web donde publica información para todos los que quieran conocer las opciones que tenemos a nuestro alcance y que han demostrado su eficacia en el tiempo y en países muy diferentes, Europa incluida: trueque, bancos de tiempo, monedas alternativas, otra banca y sistemas de ayuda mutua.
por Ima Sanchís para La Vanguardia
_Tengo 44 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy separado y tengo una hija.
Soy informático y trabajo en una caja de ahorros desde hace 20 años.
Creo en otra economía complementaria. No me adscribo a ninguna religión,
pero colaboro con una asociación de diálogo interreligioso.
¿Se puede vivir sin empleo?
Sí, más allá de la economía formal existen opciones, y hoy la crisis obliga. En muchos países la gente se ha organizado y ha creado otras economías paralelas para poder subsistir dignamente.
¿Se puede vivir sin empleo?
Sí, más allá de la economía formal existen opciones, y hoy la crisis obliga. En muchos países la gente se ha organizado y ha creado otras economías paralelas para poder subsistir dignamente.
_Es una muy buena noticia.
La moneda social ya está trabajando en España. Consiste en una moneda que crea un colectivo en una zona geográfica concreta y que se utiliza como unidad de intercambio. ¿Imprimen un papel y le dan nombre? Sí, y con él puedes intercambiar productos y servicios. Lo más normal es que se equipare a la moneda nacional. En Tarragona, por ejemplo, tienen el eco. Pero si no tienes euros no tienes ecos. La gente puede empezar a funcionar con un saldo a crédito. En cuanto hace un servicio a alguien ya está generando riqueza. Dentro de ese colectivo intercambian habilidades. |
_¿Por ejemplo?
Si tú sabes inglés, ofreces al colectivo esa habilidad. El colectivo te pagará en ecos o en otros servicios. En Argentina, cuando el gobierno bloqueó las cuentas y la gente se quedó sin dinero, crearon el arbolito, un billete de trueque, un mercado paralelo que permitía trabajar dentro de estas redes que rescataron de la miseria a más de dos millones de personas.
¿Todo empezó con las redes de trueque?
Sí, que derivaron en los bancos de tiempo: al recibir un producto o un servicio, el débito no era entre tú y yo, se gestionaba a través de la comunidad.
Mi débito se lo puedo pagar a otro
Exacto, si yo te arreglo la bicicleta, me vas a pagar en horas, que ingresaré en mi cuenta del banco de tiempo. Si necesito que alguien me cuide a los niños una hora, extenderé un cheque de una hora a esa persona.
Si tú sabes inglés, ofreces al colectivo esa habilidad. El colectivo te pagará en ecos o en otros servicios. En Argentina, cuando el gobierno bloqueó las cuentas y la gente se quedó sin dinero, crearon el arbolito, un billete de trueque, un mercado paralelo que permitía trabajar dentro de estas redes que rescataron de la miseria a más de dos millones de personas.
¿Todo empezó con las redes de trueque?
Sí, que derivaron en los bancos de tiempo: al recibir un producto o un servicio, el débito no era entre tú y yo, se gestionaba a través de la comunidad.
Mi débito se lo puedo pagar a otro
Exacto, si yo te arreglo la bicicleta, me vas a pagar en horas, que ingresaré en mi cuenta del banco de tiempo. Si necesito que alguien me cuide a los niños una hora, extenderé un cheque de una hora a esa persona.
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Bonita alternativa
Los bancos de tiempo hacen una gran labor social, provocan que la gente se conozca y favorecen la autoestima, el “sirvo para algo”, que para un parado es esencial. En España hay unos 160 bancos de tiempo.
Hay bancos de tiempo escolares
Sí, participan también profesores y padres. Pero sobre todo va orientado al apoyo entre los niños: un chaval consigue crédito dando clases a los pequeños para obtener un ordenador reciclado, por ejemplo. La divisa es la hora, y pueden incluirse objetos valorados en esa divisa. Y existen cuentas familiares: los créditos que generan unos pueden gastarlos otros. Una buena herramienta.
¿Estamos saliendo del individualismo?
Tímidamente, porque la publicidad e incluso la educación siguen promocionándolo. Es curioso, pero los catedráticos de economía no conocen estas iniciativas o no les dan importancia. Sin embargo, la moneda social no deja de ser un fenómeno económico como cualquier otro.
¿Cuál es el problema?
El sistema está tan estandarizado, tan esquematizado, que parece que sea imposible sacar un pie de ahí. Pero en estos momentos de crisis urge la creatividad.
¿La moneda social puede ir más allá de la crisis?
Sí, existen colectivos que se organizan en centrales de compra y se abastecen directamente de los agricultores, normalmente de productos ecológicos; el resultado es tan satisfactorio que no desaparecerán. Y esa divisa local no se mueve de la región donde tiene valor, con lo cual se promueve la economía local.
Bonita alternativa
Los bancos de tiempo hacen una gran labor social, provocan que la gente se conozca y favorecen la autoestima, el “sirvo para algo”, que para un parado es esencial. En España hay unos 160 bancos de tiempo.
Hay bancos de tiempo escolares
Sí, participan también profesores y padres. Pero sobre todo va orientado al apoyo entre los niños: un chaval consigue crédito dando clases a los pequeños para obtener un ordenador reciclado, por ejemplo. La divisa es la hora, y pueden incluirse objetos valorados en esa divisa. Y existen cuentas familiares: los créditos que generan unos pueden gastarlos otros. Una buena herramienta.
¿Estamos saliendo del individualismo?
Tímidamente, porque la publicidad e incluso la educación siguen promocionándolo. Es curioso, pero los catedráticos de economía no conocen estas iniciativas o no les dan importancia. Sin embargo, la moneda social no deja de ser un fenómeno económico como cualquier otro.
¿Cuál es el problema?
El sistema está tan estandarizado, tan esquematizado, que parece que sea imposible sacar un pie de ahí. Pero en estos momentos de crisis urge la creatividad.
¿La moneda social puede ir más allá de la crisis?
Sí, existen colectivos que se organizan en centrales de compra y se abastecen directamente de los agricultores, normalmente de productos ecológicos; el resultado es tan satisfactorio que no desaparecerán. Y esa divisa local no se mueve de la región donde tiene valor, con lo cual se promueve la economía local.
"En Alemania hay 60 experiencias de monedas sociales, tienen tanto auge que han creado una confederación de estas monedas."
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_¿Y cómo opera un banco comunitario?
Por ejemplo, los palmares, del barrio de Palmares, en Fortaleza, Brasil, empezaron a circular y a crear riqueza local. Eran tan utilizados que se oficializaron a través de un banco. La gente podía vivir de esa segunda economía, incluso alquilar vivienda. ¿Y el Estado se mantuvo al margen? El Banco de Brasil decidió permitir esas monedas siempre que se mantuviera la paridad con la moneda oficial. De esa forma, si Hacienda decide obtener beneficios de esa economía, podrá hacerlo fácilmente. |
_Siempre tienen que meter la patita.
Sí, la sociedad ha conseguido que gente que estaría ahora desempleada esté trabajando, que el barrio se haya enriquecido, y sin embargo el Estado ya está pensando en fiscalizarla. A mí también me parece fatal.
Sí, la sociedad ha conseguido que gente que estaría ahora desempleada esté trabajando, que el barrio se haya enriquecido, y sin embargo el Estado ya está pensando en fiscalizarla. A mí también me parece fatal.
_Hábleme de Europa.
En Alemania hay 60 experiencias de monedas sociales, tienen tanto auge que han creado una confederación de estas monedas. Pretenden crear una divisa regional, es el primer intento europeo. Y su lucha, por supuesto, es que estén exentas de fiscalidad.
¿Qué otras alternativas hay?
La ayuda mutua es el más allá de esta economía alternativa. Tú facilitas al grupo tu conocimiento, y se entiende que también puedes recibirlo. Los bancos de conocimiento operan a través de internet.
En Alemania hay 60 experiencias de monedas sociales, tienen tanto auge que han creado una confederación de estas monedas. Pretenden crear una divisa regional, es el primer intento europeo. Y su lucha, por supuesto, es que estén exentas de fiscalidad.
¿Qué otras alternativas hay?
La ayuda mutua es el más allá de esta economía alternativa. Tú facilitas al grupo tu conocimiento, y se entiende que también puedes recibirlo. Los bancos de conocimiento operan a través de internet.
_¿Cuál es su ejemplo más inspirador?
Desde mi perspectiva bancaria, que el primer banco de Suiza de pymes opere con la moneda social. Un modelo de éxito que se inició tras el crac del 1929 y que ha pervivido. Empresas que se han quedado sin efectivo, pero con existencias, intercambian los productos. Resulta una buena solución para la falta de crédito a las pymes.
Entonces, de antisistema, nada.
En absoluto, se trata de poder trabajar y vivir. Es la base social la que está creando, imaginando y sugiriendo cosas nuevas.
Desde mi perspectiva bancaria, que el primer banco de Suiza de pymes opere con la moneda social. Un modelo de éxito que se inició tras el crac del 1929 y que ha pervivido. Empresas que se han quedado sin efectivo, pero con existencias, intercambian los productos. Resulta una buena solución para la falta de crédito a las pymes.
Entonces, de antisistema, nada.
En absoluto, se trata de poder trabajar y vivir. Es la base social la que está creando, imaginando y sugiriendo cosas nuevas.
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Contenido del libro"Vivir sin empleo"
(Información suministrada en la nota de prensa de la editorial)
En la introducción del libro, el autor analiza el actual modelo económico y los diferentes sistemas y clases sociales que propugna, y visualiza de qué manera las clases más frágiles pueden crear una nueva economía capaz de amortiguar los golpes de un sistema que margina y aísla a sectores cada vez más amplios de la población, y que son los que actualmente están padeciendo en toda su crudeza los rigores de la crisis.
En los sucesivos capítulos trata de los siguientes asuntos:
EL TRUEQUE: LA EXPERIENCIA ARGENTINA
Descripción de las actuales prácticas locales de trueque o LETS y de la experiencia de las redes de trueque en Argentina durante el corralito (año 2002), que permitieron vivir con dignidad a más de 6 millones de personas.
BANCOS DE TIEMPO
Historia de este movimiento social desde sus orígenes en Japón y EEUU en los años 80, hasta su desarrollo y difusión actual por todo el mundo; Bancos de tiempo en escuelas, universidades, prisiones, empresas, para inmigrantes, etc., hasta los bancos de tiempo en internet.
OTRAS EXPERIENCIAS
El dinero de reciclaje en Curitiba (Brasil), una tarjeta inteligente en Rotterdam (Holanda) que premia el consumo responsable, una divisa ecológica en Italia para la promoción de un parque nacional; una moneda japonesa de la salud para los más mayores y una propuesta de moneda para la educación y el conocimiento; nuevos modelos económicos de crecimiento alternativos con monedas locales (“Transition Towns”), una fundación especializada en todo tipo de metodologías paramonetarias (Fundación Strohalm, Holanda), y un sencillo ejemplo de moneda social en Bangladesh.
LA OTRA BANCA
Desde los métodos de ahorro informales de los países menos desarrollados a la banca P2P: la nueva banca telefónica para universalizar el ahorro entre los pobres; la banca suiza WIR con moneda propia y para pymes, a salvo de la crisis; la banca sueca JAK, una banca que funciona sin intereses; las comunidades autofinanciadas “CAF” como nuevos bancos informales privados; microcréditos por internet y la actual banca por internet entre particulares, con la última experiencia española, Comunitae.
LA AYUDA MUTUA
Propuestas de una economía más allá del intercambio, a través de distintas prácticas y modelos: la sociedad inca como modelo milenario de economía social; experiencias más allá del trueque y del intercambio; los bancos de alimentos como paradigma del voluntariado; el fenómeno de las redes de reciclaje y la donación de todo tipo de productos; las redes de intercambio de conocimientos y la innovadora experiencia del banco común de conocimientos BCCM en Barcelona; el bookcrossing o los libros que viajan por el mundo; las cadenas de favores y las redes informales de ayuda (auto-stop, coches y casas compartidas, etc.)
PROPUESTAS
A partir de los capítulos precedentes se esbozan diferentes propuestas que van desde la creación de una red de activistas sociales con su propia divisa social y un compromiso de renta mínima obligatoria para todos; la creación y el desarrollo de redes de bancos del tiempo multidisciplinares;la promoción de huertos urbanos y modelos de transición en ciudades y campos, con un modelo bipolar de desarrollo basado en esta segunda economía y en colaboración con agentes de la primera economía – empresas e instituciones públicas.
El libro concluye con una guía práctica para la creación de Bancos del Tiempo y una bibliografía de referencia.
Contenido del libro"Vivir sin empleo"
(Información suministrada en la nota de prensa de la editorial)
En la introducción del libro, el autor analiza el actual modelo económico y los diferentes sistemas y clases sociales que propugna, y visualiza de qué manera las clases más frágiles pueden crear una nueva economía capaz de amortiguar los golpes de un sistema que margina y aísla a sectores cada vez más amplios de la población, y que son los que actualmente están padeciendo en toda su crudeza los rigores de la crisis.
En los sucesivos capítulos trata de los siguientes asuntos:
EL TRUEQUE: LA EXPERIENCIA ARGENTINA
Descripción de las actuales prácticas locales de trueque o LETS y de la experiencia de las redes de trueque en Argentina durante el corralito (año 2002), que permitieron vivir con dignidad a más de 6 millones de personas.
BANCOS DE TIEMPO
Historia de este movimiento social desde sus orígenes en Japón y EEUU en los años 80, hasta su desarrollo y difusión actual por todo el mundo; Bancos de tiempo en escuelas, universidades, prisiones, empresas, para inmigrantes, etc., hasta los bancos de tiempo en internet.
OTRAS EXPERIENCIAS
El dinero de reciclaje en Curitiba (Brasil), una tarjeta inteligente en Rotterdam (Holanda) que premia el consumo responsable, una divisa ecológica en Italia para la promoción de un parque nacional; una moneda japonesa de la salud para los más mayores y una propuesta de moneda para la educación y el conocimiento; nuevos modelos económicos de crecimiento alternativos con monedas locales (“Transition Towns”), una fundación especializada en todo tipo de metodologías paramonetarias (Fundación Strohalm, Holanda), y un sencillo ejemplo de moneda social en Bangladesh.
LA OTRA BANCA
Desde los métodos de ahorro informales de los países menos desarrollados a la banca P2P: la nueva banca telefónica para universalizar el ahorro entre los pobres; la banca suiza WIR con moneda propia y para pymes, a salvo de la crisis; la banca sueca JAK, una banca que funciona sin intereses; las comunidades autofinanciadas “CAF” como nuevos bancos informales privados; microcréditos por internet y la actual banca por internet entre particulares, con la última experiencia española, Comunitae.
LA AYUDA MUTUA
Propuestas de una economía más allá del intercambio, a través de distintas prácticas y modelos: la sociedad inca como modelo milenario de economía social; experiencias más allá del trueque y del intercambio; los bancos de alimentos como paradigma del voluntariado; el fenómeno de las redes de reciclaje y la donación de todo tipo de productos; las redes de intercambio de conocimientos y la innovadora experiencia del banco común de conocimientos BCCM en Barcelona; el bookcrossing o los libros que viajan por el mundo; las cadenas de favores y las redes informales de ayuda (auto-stop, coches y casas compartidas, etc.)
PROPUESTAS
A partir de los capítulos precedentes se esbozan diferentes propuestas que van desde la creación de una red de activistas sociales con su propia divisa social y un compromiso de renta mínima obligatoria para todos; la creación y el desarrollo de redes de bancos del tiempo multidisciplinares;la promoción de huertos urbanos y modelos de transición en ciudades y campos, con un modelo bipolar de desarrollo basado en esta segunda economía y en colaboración con agentes de la primera economía – empresas e instituciones públicas.
El libro concluye con una guía práctica para la creación de Bancos del Tiempo y una bibliografía de referencia.
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