¿Que tienen en común estas tres fotos? Que están hechas en el mismo sitio, en concreto, en la plaza Tahrir de Egipto durante la revolución. ¿Y que tienen de especial? Que forman parte de una única foto panorámica hecha a gran distancia con el nuevo gadget llamado Gigapan.
En realidad, no tienen nada interesante en cuanto a creación artística, pero si quieres saber que es lo que las hace únicas y desde luego algo que jamás hayas visto antes, sigue leyendo y visita la página indicada abajo...
En realidad, no tienen nada interesante en cuanto a creación artística, pero si quieres saber que es lo que las hace únicas y desde luego algo que jamás hayas visto antes, sigue leyendo y visita la página indicada abajo...
Este aparato lleva a la fotografía panorámica a una nueva dimensión, es una montura robótica a la cual se acopla cualquier cámara digital de bolsillo. Crea Gigapixeles (no megapixeles); solo tienes que colocar la cámara, apuntar y el Gigapan calculará las fotografías que debe tomar, que pueden ser desde cientos a miles de fotos, compondrá la panorámica uniendo todas ellas y voilà, tendrás una panorámica digna de enmarcar y además la posibilidad de jugar a donde esta Wally.
Por otro lado esta tecnología que hace saltar por los aires cualquier derecho a la privacidad, presenta una serie de preguntas ciertamente preocupantes. Si en su dia Google surcó los cielos y las calles invadiendo en ocasiones la intimidad y se enfrentó a duras críticas y hasta a alguna que otra denuncia, la comercialización y masificación de esta tecnología, poniéndola al alcance de tod@s y haciéndola propiedad de, potencialmente millones de personas, lidia elegante y hábilmente con cualquier posible objeción por parte de la sociedad.
¿Es este el nuevo ojo que todo lo vé? ¿El panóptico ciudadano que quizá nos invite, más si cabe, al auto-control?
Para poder apreciar mejor la foto visita esta página
Por otro lado esta tecnología que hace saltar por los aires cualquier derecho a la privacidad, presenta una serie de preguntas ciertamente preocupantes. Si en su dia Google surcó los cielos y las calles invadiendo en ocasiones la intimidad y se enfrentó a duras críticas y hasta a alguna que otra denuncia, la comercialización y masificación de esta tecnología, poniéndola al alcance de tod@s y haciéndola propiedad de, potencialmente millones de personas, lidia elegante y hábilmente con cualquier posible objeción por parte de la sociedad.
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